Escribir es una labor gratificante. Uno da rienda suelta a su imaginación, crea nuevas historias, nuevos personajes... Pero os puedo asegurar que es ¿mil? ¿cien mil? ¿un millón? de veces más gratificante saber que muchos jóvenes se animan a leer gracias a lo que uno ha escrito. Es cierto que hoy en día a los jóvenes les cuesta coger un libro. Tienen a su alcance un mundo como el de Internet, videojuegos espectaculares... y un sinfín de divertimentos difíciles de superar. Pero cuando un buen libro se cruza en sus manos...
A continuación os voy a contar el caso de un padre que se ha puesto en contacto conmigo esta misma semana. Puedo aseguraros que es un ejemplo -ya uno de muchos-, de que Elliot Tomclyde ha conseguido hacer lectores. Jóvenes que no se animaban con ningún libro y el mágico mundo de los elementales les ha abierto el apetito por la lectura. Es más, creo que lo mejor es que os lo cuente él mismo. Éste es el correo que me envió:
Hola:
Somos los padres de un lector de tus libros de 10 años. Le firmaste 2 libros en la Feria del Libro de Ciudad Real, sin que hubiera leído nada tuyo antes.
Queremos felicitarte y agradecerte tu obra, porque por primera vez, nuestro hijo ha caído en la pasión de leer, e increíblemente prefiere leer tus libros a jugar a la Nintendo o a otros juegos electrónicos. Incluso ha seguido comprando libros de la saga con sus ahorros.
Nosotros, que somos grandes aficionados a la lectura, habíamos probado con distintos libros desde que es pequeño, pero nunca se había "enganchado" como con los tuyos.
Hemos creído que te alegraría saber de este éxito porque imaginamos que a muchos otros niños les habrá pasado lo mismo.
Muchas gracias y enhorabuena.